Cannabis y la industria farmacéutica: 3 realidades

Industria Farmacéutica
Dentro de la industria farmacéutica a nivel internacional, el cannabis aún no tiene una posición concreta; varía mucho dependiendo de las leyes locales.

Industria Farmaceutica

Dentro de la industria farmacéutica a nivel internacional, el cannabis aún no tiene una posición concreta; varía mucho dependiendo de las diferentes leyes y realidades locales. En el Perú podemos ver que, para adquirir los medicamentos a base de cannabis, primero se necesita contar con una receta médica; segundo, el paciente debe inscribirse en el Registro Nacional de Pacientes Usuarios del Cannabis y sus Derivados para uso Medicinal y Terapéutico (RENPUC); tercero, estas medicinas deben ser dispensadas a través de farmacias o boticas  autorizadas. 

En los Estados Unidos de Norteamérica (U.S.A.), la distribución de cannabis ocurre, por un lado, a través de dispensarios de marihuana, especialmente en los estados donde es legal el consumo recreativo y, por otro lado, en aquellos estados donde es legal el consumo medicinal, la distribución es más controlada y se realiza a través de la farmaindustria.

Diferentes Realidades

En cualquiera de los casos, el cannabis ha significado una inversión importante en la industria farmacéutica, motivo por el cual, la legalización recreativa del cannabis ha generado mucha polémica dentro del rubro farmacéutico, especialmente en U.S.A. Al respecto, un estudio demostró que hay una relación directa entre la legalización de marihuana y el decrecimiento del uso de medicamentos opioides. 

También se demostró que el cannabis medicinal reduce el uso y la cantidad de prescripciones para medicinas analgésicas recetadas y, que la legalización del cannabis recreativo conllevaría a la reducción de uso de opioides al brindar a los pacientes las facilidades para un acceso formal a productos de calidad. Es decir, la proyección que realizó este estudio demostró que, la legalización del cannabis costaría miles de millones de dólares a las farmacéuticas.

En contraposición, los técnicos farmacéuticos norteamericanos consideran que su perspectiva técnica especializada deberá ser tomada en cuenta para la formulación de regulaciones. En su postura, sostienen que su conocimiento y experiencia profesional en relación al entendimiento de dolencias podría ser potencialmente beneficioso para enmarcar al cannabis dentro de la industria farmacéutica.

Por ejemplo, existen algunas interacciones entre el cannabis y algunos medicamentos, como los opioides y benzodiacepinas, sobre los cuales los pacientes deberían ser advertidos e informados, de preferencia por un profesional calificado, como los técnicos farmacéuticos. Esta es una realidad no generalizada, ya que son pocos los estados donde las farmacias están encargadas de la distribución del cannabis.

En contraposición, los técnicos farmacéuticos norteamericanos consideran que su perspectiva técnica especializada deberá ser tomada en cuenta para la formulación de regulaciones. En su postura, sostienen que su conocimiento y experiencia profesional en relación al entendimiento de dolencias podría ser potencialmente beneficioso para enmarcar al cannabis dentro de la industria farmacéutica. Por ejemplo, existen algunas interacciones entre el cannabis y algunos medicamentos, como los opioides y benzodiacepinas, sobre los cuales los pacientes deberían ser advertidos e informados, de preferencia por un profesional calificado, como los técnicos farmacéuticos. Esta es una realidad no generalizada, ya que son pocos los estados donde las farmacias están encargadas de la distribución del cannabis.

En favor de lo mencionado, la posición del farmacéutico es única, basada en su conocimiento, accesibilidad y habilidades para guiar la elección del producto, efectos secundarios y la dosificación para los pacientes. Es por este motivo, que el rubro farmacéutico debería promover un rol integral, de la mano del cannabis medicinal, para asegurar la seguridad del paciente y contribuir al estudio de cannabinoides, eficacia, seguridad, farmacología, entre otros aspectos.

Opuesto al rubro farmacéutico, el investigador PhD Paul Grootendorst se planteó la siguiente pregunta: ¿Las farmacias deberían aconsejar a los usuarios sobre cannabis medicinal y, a su vez, deberían dispensarla? En respuesta, observó algunos problemas fácilmente identificables:

  • Primero, si las farmacias fueran a dispensar cannabis tendrían que mantener un registro de usuarios, lo cual, a la larga, solo es una traba administrativa innecesaria para quienes desean acceder al medicamento.
  • Segundo, los precios de venta podrían incrementar debido a que el canal de distribución incluiría un nuevo intermediario en la venta, quien va a buscar obtener un margen por la misma; ante ello, un productor de cannabis registrado, u otros canales de distribución más directos, se convertirían en el canal ideal de dispensación cannábica, ya que atravesaría menos eslabones en su cadena de valor (lo que deviene en una efecto negativo para la comunidad, toda vez que un incremento de precios podría favorecer al mercado negro local).
  • Tercero, las farmacias que obtuvieran una licencia exclusiva para la venta de cannabis podrían presentar problemas logísticos en la venta, incrementar los costos o dificultar el acceso a personas quienes necesitan de esta planta por medio de cultivo asociativo. 

En conclusión, Grootendorst propone que el consejo y acompañamiento farmacéutico sea ofrecido de igual manera, mientras se deja de lado la parte de ventas y dispensación de marihuana a distribuidores de cannabis más directos.

Fuentes:

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