Por Mary Biles
¿Por qué los extractos del cannabis entero son, aparentemente, más efectivos que el THC o CBD aislados?Muchos estamos acostumbrados a tomar pastillas sintéticas que contienen componentes aislados para nuestros malestares, así que la idea de que un extracto botánico que contienen cientos de compuestos funciona mejor podría ser difícil de creer. Sin embargo, el efecto séquito, nombre que se le ha dado a la relación sinérgica entre todos o muchas de las moléculas en el cannabis, ayuda a entender por qué, es que el cannabis es mejor.
Cannabis: una planta compleja
Las preparaciones hechas de cannabis han sido usadas por médicos y en el folklore médico por miles de años. Entonces, nadie cuestionaba el lado molecular de la planta. Pero desde el descubrimiento de los cannabinoides primarios, THC y CBD, se ha desarrollado un mejor entendimiento de esta.
Hoy en día, se cree que existen más de 144 cannabinoides. Los precursores del THC y CBD, THCA y CBDA (la molécula madre de la que otros cannabinoides son sintetizados); el CBN, un cannabinoide ligeramente psicoactivo encontrado en el cannabis viejo; el THCV, un homólogo del THC que se cree suprime el apetito; CBDV, que podría tener efectos anticonvulsivos; entre otros. De los otros 130 cannabinoides existentes, se necesita aún mucha investigación para entender cómo actúan en el cuerpo humano.
Además de los cannabinoides, tenemos alrededor de 150 terpenos que proveen al cannabis de su distintivo aroma. Estos no solo se encuentran en él, sino en todas plantas aromáticas, incluso en frutas y vegetales. El limoneno, por ejemplo, es abundante en frutas cítricas, así como el pineno en pinos, el linalol en lavanda y el beta cariofileno en pimienta negra.
En la naturaleza, los terpenos repelen a los insectos, pero en humanos, sus efectos son, usualmente, medicinales. En concentraciones de 0.05% son considerados de interés farmacológico, pues interactúan con las membranas celulares, canales de iones musculares y neuronales, receptores neurotransmisores, receptores acoplados a proteínas g, y enzimas.
Los estudios han mostrado que el limoneno, por ejemplo, tiene efectos ansiolíticos, el pineno es un antibiótico, el linalol es un anestésico y anticonvulsivo, y el beta cariofileno un agente antinflamatorio. Además, tenemos el efecto relajante del mirceno, que se cree es el principal factor diferenciador entre las variedades de índica y sativa de cannabis.
Por último, tenemos los flavonoides, que son los metabolitos polifenólicos secundarios que dan el pigmento amarillo a las plantas. Estos pueden ser antioxidantes, antibióticos y, en algunos casos, antitumorales.

El efecto séquito vs. el modelo farmacéutico
Cuando uno considera que una sola planta contiene cientos de moléculas potencialmente terapéuticas, es fácil entender por qué los científicos están tan emocionados de aislarlas y usarlas en una serie de medicinas futuras. De hecho, es la manera más lógica que tienen de entender a la planta del cannabis. Necesitan saber qué componentes son responsables de la amplia variedad de efectos medicinales para poder estudiar sus mecanismos de acción en el cuerpo.
Algunos de estos medicamentos ya están disponibles hoy en día, primordialmente a base de cannabinoides purificados (Epidiolex), combinación de moléculas (Sativex) o sintéticos (Marinol).
Interesantemente, muchos pacientes dicen que han tenido mejores resultados con productos derivados de la planta del cannabis, que tienen todas las moléculas. Un metaanálisis que compara el CBD aislado contra el de la planta entera, como tratamiento para la epilepsia, demostró que el último no solo es doblemente eficiente, sino que se requieren menos dosis para lograr el objetivo terapéutico. Y el efecto séquito debería tener gran parte del crédito.
El efecto séquito empieza con el sistema endocannabinoide (SEC)
Hace sentido que el efecto séquito tenga sus orígenes en el sistema endocannabinoide (sistema en el cuerpo humano que procesa, crea y descompone cannabinoides). El científico Israelí Shimon Ben-Shabat notó cómo algunos metabolitos incrementan la actividad de los cannabinoides primarios. De esta manera, se acuñó la frase “el efecto séquito”.
Sin embargo, el Dr. Ethan Russo, un neurólogo e investigador psicofarmacológico, fue quien extendió este término al cannabis. En su investigación, “Taming THC: Potential cannabis synergy and phytocannabinoid-terpenoid entourage effects”, propuso una “sinergía herbácea” entre los compuestos menos estudiados pero potencialmente biológicamente activos del cannabis, de manera similar a la encontrada en el SEC.
En términos básicos, podemos considerar al efecto séquito como los actores en una obra de teatro. El THC y CBD son los protagonistas, mientras que el resto de los cannabinoides, terpenos y otros compuestos son los actores de reparto. Los protagonistas son impresionantes, pero sin el resto, la obra no sería lo mismo.
Esta teoría va más allá del consenso científico que propone que la combinación de THC y CBD produce un efecto terapéutico superior, porque permite una ventana terapéutica más amplia al THC, que suele ser poco tolerado.
Evidencia
A pesar de que parece que el efecto séquito explica la experiencia práctica de los pacientes con el cannabis medicinal, solo estamos en el inicio de las investigaciones que nos darían evidencia de este fenómeno.
En 2018, Cristina Sanchez, científica española, y su equipo obtuvieron descubrimientos importantes al comparar THC aislado y full spectrum, conteniendo la misma cantidad del compuesto, en líneas celulares de cáncer de mama.
Encontraron que el extracto de la planta entera mostraba una acción antitumoral superior en 3 tipos de cáncer de mama distintos. Para determinar si los terpenos eran responsables, agregaron un cóctel de THC aislado, idéntico al de los terpenos usados en el extracto. Interesantemente, esto no alteró la actividad antitumoral. De hecho, sugieren que cualquier cambio puede ser debido a las bajas concentraciones de CBG o THCA.