Uno de los dos cannabinoides más estudiados es el Δ-9-Tetrahidrocannabinol, mejor conocido simplemente como THC. Este es popular en el mercado por ser asociado con la misma sensación que brinda la marihuana para fines recreativos; sin embargo, el THC también tiene un amplio uso médico.
Además, encontramos los isómeros Delta-8 Tetrahidrocannabinol (Δ-8-THC) y Delta-10 Tetrahidrocannabinol (Δ-10-THC) que sólo existen en cantidades mínimas en la planta de cannabis, es por ello que puede resultar más rentable que estos productos se fabriquen sintéticamente, es decir en un laboratorio. Esta elaboración sintética se realiza para conseguir los efectos eufóricos del THC, usualmente a partir de los cannabinoides Δ-9 THC o CBD.
Elaboración de los Isómeros
En Norteamérica existe un exceso de producción de cáñamo (menos de 0.3% THC), gracias al Farm Bill 2018 que permite que se produzca esta planta a nivel federal, vale recordar que la mencionada planta si produce CBD. Esta sobreoferta ha derivado en una constante búsqueda de desarrollo de nuevos usos/productos para esta planta. En este sentido, los productores de cáñamo han notado que “se puede cerrar el anillo de la estructura del CBD” para obtener los isómeros Δ8 y Δ10.
La sintetización de estas variaciones del Δ9 THC se puede por medio de un proceso en el cual se debe utilizar un cannabinoide aislado para realizar la solución solvente. Se le añade un ácido (potencialmente dañino) y se revuelve a altas temperaturas. A lo largo de este proceso, se genera una reacción química de ciclación, donde se modifica la estructura molecular del CBD “cerrando el anillo” y obtiene los compuestos Δ8 THC y Δ10 THC.

Imagen obtenida de: C&EN
No obstante, este proceso no sigue ningún protocolo establecido, ni existe una formulación determinada para ello, por lo que se abren las puertas a modificar el producto a como dé lugar. Esto permite que cualquier persona con conocimientos en química o afines realice este procedimiento con los materiales que considere oportunos, muchas veces sin considerar la absorción de metales pesados, interferir en la inocuidad del producto y la utilización de ácidos, bases y solventes potencialmente dañinos para el consumidor.
Estudios Delta 8 THC

La importancia de realizar exámenes de pureza y calidad radica en lo mencionado anteriormente, los productos cannábicos pueden ser analizados a través de métodos cromatográficos utilizando luz ultravioleta o detección de espectrometría. Diversas farmacéuticas han evaluado millares de productos denominados Delta-8-THC y afirman
haber encontrado poco contenido genuino del isómero Δ8-THC; por el contrario, suelen hallar otras sustancias no identificadas.
Un compilado de reportes sobre efectos adversos involucrando al delta 8 THC llegaron al FDA CAERS en el 2021, donde el 76% correspondía a efectos indeseados únicamente, el 8% tenía que ver con el producto en sí y 17% de reportes fueron en relación a efectos adversos y quejas del contenido del producto. La lista de efectos no deseados fue bastante larga, afectando a distintos órganos internos como externos de los consumidores.
Una investigación de casos psiquiátricos presentó dos reportes donde los efectos adversos del Delta 8 THC condujeron a los pacientes a psicosis severa y depresión. Además, se ha visto un incremento significativo en el número de admisiones por emergencia en hospitales donde se ha visto involucrado el Delta 8 THC.
Por otro lado, ninguno de los compuestos en cuestión ha obtenido la luz verde por parte de la FDA de Estados Unidos. Es decir, estos productos no han sido evaluados para su uso seguro y podrían poner en riesgo la salud pública. Así mismo, la FDA señala que estos productos a menudo utilizan químicos potencialmente dañinos para la sintetización de los mismos.
Es por estas razones que recomendamos utilizar el delta 9 THC (el mismo THC que se conoce desde siempre), ya que este si atraviesa un riguroso proceso de evaluación y aprobación por parte de diversas entidades. Así mismo, se recomienda la revisión del empaque para poder corroborar el certificado de análisis, la trazabilidad, la genética y que este sea de un productor autorizado.